La fuerza de la fe y el amor humano

“La fuerza de la fe y el amor humano”

A veces resulta tan difícil y muy doloroso aceptar la voluntad de Dios…

En muchas ocasiones nace con facilidad de nuestra mente y corazón una palabra amiga llena de amor y consuelo, pero resulta tan difícil hallar frases personales que sirvan de bálsamo para aliviar los dolores de nuestra alma.

La vida terrenal está llena de constantes pruebas y diversos acontecimientos, en los que muchas veces no existe preparación física y menos aún espiritual para afrontarlos; vivimos tiempos modernos donde los antivalores y la injusticia social se han convertido en las armas mortales más poderosas de exterminio. No existe conciencia en los adultos ni rectitud en sus actos… ¿Qué podemos esperar de las nuevas generaciones? … Los más pequeños quieren imitar a los mayores, quienes se convierten en sus héroes y ejemplos de vida.

La mente del hombre es débil a la hora de tomar decisiones por eso suele cometer errores; una frase muy común dice: “Hay que pensar con la razón y no con el corazón”, que ironía porque la fortaleza del hombre está en su Ser, en el centro de su corazón donde habita el amor y en el fondo de su alma donde habita la Divina fe.

Los seres humanos en su gran mayoría se han alejado de Dios y lo buscan solo en los instantes de sufrimiento y de prueba, hasta tanto hacen permanentemente de su vida y sus obras un constante cálculo matemático razonado para alcanzar el éxito, la felicidad y el poder a base de lo que sea necesario sin importar que esto atente contra sí mismo y los demás. ¿Por qué esperar una desgracia o un instante de infinita tristeza para creer firmemente en la existencia de Dios y en el poder de su misericordia?.

Es necesario poner en la práctica diaria de nuestras acciones gotitas de paz y vendas de amor, despertar conciencia para alcanzar la fe verdadera que nos permita ser plenamente felices, sobrellevando con valentía y humildad esta vida temporal en medio de las pruebas.

“Nunca hay que perder la fuerza de la fe y el amor humano porque son la firme roca que sostiene este mundo”.