“Nunca es demasiado tarde para hallar la felicidad”
Si no eres feliz es culpa tuya simplemente. Vivir es libertad no esclavitud…
Existe libre albedrío para decidir y escoger entre hacer el bien y el mal, se nace para el cumplimiento de grandes misiones y una de ellas es ir en búsqueda de la plenitud.
La mano y la mente del hombre son, han sido y seguirán siendo las causantes de tanto dolor, injusticia social, conflictos, pobreza, hambre, guerras, corrupción, asesinato entre hermanos y a la madre naturaleza.
La destrucción del mundo será por la falta de amor, conciencia y humanismo. La poca fe y el rechazo a la sabiduría sumergen a las personas en un abismo que les impide ver más allá de lo trivial y aún más distinguir la felicidad real presente.
Existen hombres y mujeres atados a vivir en el sufrimiento porque así lo quieren, esclavos de sus costumbres, vicios, pasiones, avaricias y pecados, incapaces de romper esas cadenas hereditarias de mediocridad y desdicha por cobardía, apegos y miedos a enfrentar las realidades.
El alma se desgasta por tanta desdicha, el corazón se vuelve frágil y el cuerpo se enferma cuando se vive constantemente en la infelicidad y en la amargura.
Nacer para vivir, vivir para morir, es la Ley Suprema, el tiempo pasa a prisa; la vida es bella y demasiado corta para permitir que nada ni nadie impida disfrutarla plena y sanamente; no existe mayor tesoro que la PAZ y mayor riqueza que el AMOR, por eso a pesar de que las pruebas del destino impidan ciertas veces ser plenamente dichosos, nunca hay que perder la fe y mantener la confianza de que todo volverá a ir bien; sin dejar jamás, jamás de luchar por alcanzar la verdadera felicidad.
“Mientras exista vida siempre existirá la esperanza de llegar a ser feliz”.